- André Parfois. Autobiografía."Y el tiempo que estuve solo, me encogía en mi lecho cada noche, echando de menos rodearla en un abrazo y cruzar juntos el velo del sueño. Y cerraba mis ojos sabiendo que esa noche no me despertaría cien veces, una por cada vez que ella se moviera. Y en la mañana los abría echando de menos su pregunta y mi mentira, al decirle que había dormido bien. Pues cuando ella, nerviosa, o inquieta por sus oníricos pensamientos, o tal vez sólo buscando una postura más propicia, se movía entre las sábanas, a veces acercándose más a mí, a veces alejándose, acalorada, con la inocencia de la mente dormida, yo despertaba. Despertaba y permanecía un tiempo observándola, aprovechando para contemplarla en ese estado de paz y calma que sólo el sueño nos da, y a veces ni eso. Y cuando habíame complacido la vista, la besaba de nuevo. Y sonriendo, acomodado a la nueva imagen de su cuerpo, volvía yo a mis sueños."
Este blog existe porque a veces sienta bien escribir en voz alta lo que uno dice por dentro.
viernes, 16 de octubre de 2015
Extracto.
Por
Unknown
en
viernes, octubre 16, 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario