miércoles, 21 de abril de 2010

Always playing the same old blues.

"[...] y no existe el lugar
donde esconder
todo el dolor
que te causé.
Y no existe el lugar
a donde huir,
donde soñar
sin pensar en ti."

Hay un tipo en mi interior. Tengo que convivir con él. Es mi yo del pasado, un chaval de 18 años con mucho que aprender. Siempre hace lo mismo, sale cuando las cosas van algo mal con alguien, y se entretiene dramatizándolo todo para hacerlo más emocionante. No le culpo, hizo algo horrible a alguien, y se sigue culpando de lo acontecido. Es extraño, pues yo aquello lo tengo superado, las cosas salieron así, y ella lo habrá superado, pero, sin embargo, aun sigue saliendo ese chaval en algunas ocasiones, y, para cuando me doy cuenta, ya es tarde y le he dicho a la persona con quien hablaba alguna burrada.

Digamos que el chico se aburre, y decide darle emoción a la vida llevando al extremo las emociones que siente, tal y como hizo en el pasado. Los celos... Aquella vez fueron los celos lo que llevó al extremo, y ella no podía aguantar más la presión. Tanta desconfianza... Era inhumano desconfiar así de ella. Y el chaval todavía la recuerda, y recuerda las conversaciones... Lo que le hizo... Perdón, lo que le hice sufrir.

En fin, ese aburrido chaval se odia tanto a sí mismo por aquello como yo lo odio a él por el daño que ahora está haciéndome a mí, y a quienes quiero. No consigo deshacerme de él, y sigue apoderándose de mí, dramatizando mis emociones y creando tensiones con la gente a la que quiero, que toman la impresión de que trato de alejarles. Y, de repente, cuando la conversación ya no puede ir peor, me doy cuenta de que estoy dejando que actúe ese chaval, y de que estoy dramatizando, y desaparece. Vuelvo a tener control sobre mí mismo, pero, ¿cómo explicas a alguien que en realidad no hablaba contigo? ¿Cómo explicas que estaba hablando con tu otra personalidad, que lo dramatiza todo y te hace ser muy emotivo? Afortunadamente, consigo dejarlo claro. Al menos hasta la próxima entrada en escena de "mi otro yo".

Sufrí mucho por una chica, y aquello me dejó dividido en dos. Una parte de mí sigue en el pasado, la otra ha continuado, evolucionando como persona, y es capaz de no dejarse llevar por las emociones, causantes de todo lo bueno y también de todo lo malo. En un lugar de mi interior siempre habrá un chaval de 18 años tocando el mismo viejo blues.

Alex

1 comentario:

  1. a veces hay que vivir con esa parte que no quiere seguir adelante y afrontar lo que haya pasado pero hay que aprender a vivir con el

    ResponderEliminar