Propósito de Año Nuevo

    Te debo muchas cosas. Te debo la felicidad de mis días, la razón de mi alegría y el motivo de que me ilusione cuando el teléfono suena. Te debo que se me forme una extraña sonrisa de idiota cada vez que pienso en los rayos de sol, en patinar por el parque, en comerme una magdalena, en que no sé dibujar, en mi perro, en bailar, en qué camisa me voy a poner...

    Me has dado muchísimas cosas y me las has dado todas en un solo año. Me has dado tanto que casi no hay ni una sola cosa que no me haga pensar en ti y desear estar contigo. Me has dado momentos, ilusiones, esperanzas, risas, anécdotas...

    Yo por mi parte, no dejo de sumar deudas que no hacen sino mermar la confianza que tienes depositada en mí. No estoy dándote todo lo que me gustaría darte y eso me hace sentir un fracaso. Ya sé que la que sufre esas carencias eres tú, y no pretendo dar pena, solo intento que sepas que comprendo cómo te sientes, ya que yo comparto tu dolor igual que comparto tu alegría. Sé lo que significa para ti un beso mío, un abrazo, o un detalle. Sé la mucha importancia que le das y sé lo mucho que he fracasado hasta ahora, y por eso me siento tan mal como decepcionada estás tú.

    Pero saberlo no basta, así que escribo esto para dejar constancia de que acabo de morir. Hoy, 13 de Enero, un día después de tu (por mi parte) funesto cumpleaños, he decidido morir y volver a nacer. Y te prometo que renaceré tal y como me conociste.

    Prometo que volveré a elevarte hasta las nubes para que puedas recordar a qué saben.