viernes, 27 de julio de 2012

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No sabes cómo me hiere. No eres capaz de imaginar la forma en que las humedades de tu rostro se me clavan en el corazón, deslizándose a través de mi piel con su salado escozor. Odio el sabor a sal de los besos que te doy. Odio la fría sensación que me queda al separar mi rostro del tuyo. Odio el ronco sonido de tu nariz al aspirar con fuerza para coger aire. Odio el rebullir de tu cuerpo en busca del más recóndito lugar que pueda ofrecerte el mío. No te escondas. No te ocultes tras tus delicadas manos. No me merezco la desazón de no poder ver tu rostro... No...

1 comentario:

  1. A cualquiera se le partiría el alma si susurraras eso con la misma pasión... espero que te hayan mostrado el rostro sin rechistar.

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