domingo, 19 de febrero de 2012

Reflexión de 10 minutos.

El bien, el mal. La luz, la oscuridad. El sí y el no. Dolor y placer, amor y odio... Todo es mejor cuando tiene un opuesto. Todo se disfruta más cuando se conoce su ausencia. Así como no sabríamos cómo discernir el bien si no existiera el mal, ni comprenderíamos el paso del tiempo si no existiera la noche, ni podríamos elegir, si solo existiera el sí. Así como ha de existir el dolor para que el placer sea realmente placentero, así como el odio es necesario para entender lo que nos hace sentir el amor. Así, ha de haber tristeza, nostalgia y añoranza en la vida de cada uno. Por bien que nos vaya, por felices que podamos ser, es necesario abandonarse de vez en cuando a la melancolía. Poner tu "canción de caer", esa canción que pones cuando notas que tu ánimo se hunde lentamente, y, efectivamente, dejar que eso suceda. Así, cuando nuevamente te aferres a ese ancla que dejaste junto a tu felicidad, esa mano que tienes esperándote para sacarte del fango, sentirás de nuevo el delicioso éxtasis del renacer de tu alegría. De otro modo, si sólo sentimos dicha y regocijo, lo tomaremos como algo normal, acostumbrándonos, aburriéndonos, y no sabremos disfrutar de la suerte que nos ha tocado.

2 comentarios:

  1. Sólo puedo darte las gracias por existir y por estar ahí. Me temo que no podría cambiarte por nada ni nadie...
    Te quiero :B

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