jueves, 8 de julio de 2010

El círculo.

Vuelvo a escribir. No sé porqué, me ayuda a relajar la mente. Es como si, plasmándolos en el papel, reordenara mis pensamientos de forma que no fueran una masa informe en mi cabeza. No debería tener problemas para ordenar mis pensamientos, ya que siempre cometo los mismos errores una y otra vez, así que siempre me preocupan las mismas cosas. Pero es complicado a cada vez, aun sabiendo la decisión que debo tomar.

He tardado demasiado en tomar la decisión. Debí darme cuenta mucho antes, esta vez. Pero bueno, todavía no hay daños. Esta vez yo soy el único que se está devanando los sesos, y eso es bueno. No me gusta hacer que la gente se raye, no me gusta preocuparles, inquietarles, aunque disfruto cuando juego a las indirectas. Siempre acabo dejando las cosas claras cuando se me pregunta seriamente. Y eso a veces es un problema. Mi sinceridad radical no es aceptada por todos, bien porque no les guste la respuesta o porque es la respuesta que esperaban (y temían).

"¿Qué estás haciendo, Alex?" Me pregunto constantemente. Intento vivir causando el menor destrozo posible, pero mi naturaleza egoísta me lleva a hacer daño a quienes quiero, y a dañarme a mí mismo a su vez. Por eso alejo a las personas de mí, porque sé cómo soy. Siempre he sido así y nunca voy a cambiar. Siempre intentando que todo salga bien para mí, hasta que me doy cuenta del daño que hago al otro con mis decisiones y "me sacrifico" por el bienestar de la otra persona, pero el daño está hecho y el sacrificio que haga, el heroico acto de renuncia a mis propios deseos, queda empañado por el dolor que siente la otra persona.

Decepción, dolor, aversión y entonces odio. Al final todos pasan por los mismos estados, ¿todos iguales? No, el problema no es que sean todos iguales, el problema es que yo no cambio. Y por mucho que avise, la gente sigue poniendo esperanzas en mí, depositando ilusiones en que quizás yo... Pero no. Yo no soy esa persona que aparento ser. Y entonces llegan esos 4 estados.

No puedo ser como realmente soy, porque nadie querría estar conmigo. Pero tampoco puedo seguir fingiendo, porque no dejo de hacer daño cuando descubren la realidad.

Pues vaya mierda.

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